Convulsos días estos, con las acampadas en contra del sistema, de los partidos y de los bancos, que nos comen la vida. Hoy seguramente también acampe yo, ya que no trabajo mañana. Bueno, eso si nos dejan, por el la Junta Electoral ha prohibido las acampadas mañana, día de reflexión de las elecciones del domingo. A ver que pasa.
Anoche me acosté pronto, tampoco había mucho que ver en la tele y ya estaba saturado de tuitear y de ver el Facebook. Así que me puse a leer el libro de El Pasaje, de Justin Cronin. Llevo poco menos de un tercio del libro, y reconozco que es un excelente libro, sobresaliente. Cada vez que lo lees pillas mejor las cosas, además, es tan grande, que en la primera lectura es imposible que te acuerdes de todas las cosas. Se lo recomendaría a alguno de mis amigos, pero creo que el único que se leería un libro tan tocho sería Mateo. Y quizá lo haga cuando me lo acabe.
Hoy viene César a medio día. Y esta noche se sumará conmigo a la acampada. Mañana tenemos que ir al Mercadona a comprar porque tiene la nevera vacía y luego nos vamos a Santisteban del Puerto porque el Domingo tiene que estar en la radio cubriendo las elecciones. Me vendré de Santisteban el autobús por la tarde para que me de tiempo a votar. Hasta las ocho tengo tiempo, aunque voy a andar justo. Bueno, voy a seguir haciendo cosas y quitándome papeles de la mesa.
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