Tal día como hoy nací yo. Bueno, un poco más tarde, sobre las diez y media de la mañana, para no dar mucho la lata. Dicen que nací en el mes de las flores, en mayo, y un poco flor sí que soy, aunque no tengo pinta. O sea que no voy relleno de plumas hasta el gorro. Y en realidad no me gustaría estar saliendo con alguien con mucha pluma. No es que los odie ni nada de eso, que va, solo que no son mi tipo. Además, desde 1990, este día también es el día internacional contra la homofobia, el 17 de mayo, el día en el que OMS quitó de su lista a la homosexualidad como una enfermedad. De eso hace ya veinte años. O sea que llevo veinte años sin estar legalmente enfermo.
Estoy saliendo con alguien que no tiene pluma, ni es una loca. Llevo tres años con él. Es un chico muy normal en ese aspecto. Además es muy listo, metódico, trabajador, limpio, simpático, juerguista y buena gente. ¿Que más se puede pedir?. Aunque aún está dentro del armario para su familia, pero cada día menos.
Anoche en la cama mientras estaba leyendo, no hacía más que escuchar el sonido del iPod que me avisaba de los mensajes del Facebook, supongo que de los amigos felicitándome el cumpleaños. Aún no los he mirado, ahora lo haré, cuando acabe de escribir esto y de contestar al email diario de César.
Hoy tengo varias cosas que hacer en la oficina, y si me dejan un poco tranquilo las terminaré y me despejaré la mesa un poco, que falta le hace, así que es lo que voy a hacer ya.
Luego escribiré más.
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