martes, 27 de noviembre de 2012

Las Lluvias de Castamere


Y quién sois vos, preguntó el orgulloso señor,
para haceros tales reverencias?
Sólo soy un gato con diferente pelaje,
y ésa es toda la esencia;
con pelaje dorado o pelaje carmesí,
el león garras sigue teniendo,
y las mías son tan largas y afiladas, mi señor,
como las que vais exhibiendo.
De esa manera habló, eso fue lo que dijo
el señor de Castamere,
pero ahora las lluvias lloran en sus salones,
y nadie oírlas puede.
Sí, ahora las lluvias lloran en sus salones,
y ni un alma oírlas puede.

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